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lunes, 27 de junio de 2022
martes, 21 de junio de 2022
viajes al pasado
Ayer fui a ver a unas de mis amigas de la prepa, ha pasado el tiempo en nosotras. Nos vimos cerca de nuestra antigua escuela y todo al respecto de la situación se sentía extrañamente familiar. Fue como transitar por un recuerdo, todo era muy parecido a como solía serlo y al mismo tiempo era muy diferente. Estuve tan en shock que no tomé ninguna foto. Fuimos a una cafetería en la esquina de la escuela, a dónde solíamos ir seguido cuando aún estudiábamos ahí, pedimos lo mismo que siempre pedíamos siempre que íbamos. Siguen cocinando exactamente igual. Era lunes, entonces había varios alumnos de la prepa deambulando por la zona, con sus uniformes rojos, tan conocidos, tan icónicos. Verlos tan de cerca me hacía sentir como que debía conocerlos, casi saludarlos, casi encontrando una familia en ellos, sólo por habitar el lugar donde yo habité tres años, con la misma vestimenta. Para llegar todos los días caminaba por la calle de Hamburgo desde la estación del metrobus hasta llegar a la escuela, y la serie de lugares, negocios y personas de siempre ayer estuvo un poco cambiada; la estación estaba cambiada, la calle también, había nuevos edificios entre los viejos negocios, las banquetas arregladas frente de ellos. El movimiento y los olores, el sonido de mis pasos contra el piso haciendo eco con la calle. Por poco me sentí perdida. Era irrefutablemente reconocible a pesar de mi pesar y mi dolor. Todos aquellos sentimientos y sensaciones mucho más fuertes que mis recuerdos. Los adolescentes en sus uniformes eran como rostros que no podía ver, eran extrañamente familiares y aún así desconocidos. Aún llegando a la cafetería con mis amigas, fue un poco extraño, fue un alivio. Es muy extraño saber que conozco la zona como la palma de mi mano, cada calle y cada esquina de la telaraña que es la colonia Juárez. Solía saber para dónde estaba todo, solía correr por las calles sin miedo, veloz. No tenía mucho tiempo libre y tenía muchos lugares que recorrer. La zona tiene un enorme contraste con la Esmeralda, tan vacía y tan aislada. El cedart está en medio de todo. Hay todo por todos lados, es un parque de diversiones; y los alumnos como siempre habitan la zona, les pertenece, se acuestan en las bancas y en el piso, andan en grupos, son imperdibles. Me pregunto si saben qué sigue, qué pasa cuando dejan de ser cedartianos. Últimamente con tanta reflexión y tanto pensamiento he recordado mucho de aquel entonces. De la parte esencial de mí que forma el haber estado ahí. Haber sido cedartiana. Es un lugar y un tiempo de mi vida al que no quisiera regresar jamás, y sin embargo siento una terrible nostalgia al respecto. Las personas que conocí ahí, las cosas que viví, las cosas que aprendí, se quedarán conmigo para siempre. Hay un recuerdo en particular entre todos ellos, de mi tercer año en la prepa; del que cabe mencionar recuerdo muy poco debido a mi salud mental en aquel entonces… Yo tenía clases de escultura en las mañanas, a las siete, hacía frío, por un buen rato trabajamos con plastilina para hacer nuestros ejercicios pero a esa hora era muy difícil, estaba congelada y tratar de hacer algo con ella era casi imposible, no teníamos cómo calentarla. Teníamos una bocina y todo el día sonaba música en el taller, cada grupo tenía sus gustos en particular. Para ese momento en el tiempo había cortado con mi ex y esa era la gota que le faltaba a mi vaso para derramarse, puedo decir que estaba increíblemente, inmensamente triste. Todas las clases de escultura yo ponía la música, y siempre ponía el álbum A Rush of Blood to The Head de Coldplay. Lo escuchábamos de principio a fin, sin saltar ninguna canción. Recuerdo la luz de la mañana difusa por el techo de lámina traslúcida, blanca. El frío que nos calaba, las manos adoloridas y pegajosas. Recuerdo que no sentía mi cuerpo. Y solo escuchaba.
Estoy infinitamente agradecida con Marianita, Melany y Josué, por escuchar a Coldplay conmigo todas las clases de escultura, sin jamás pedirme que cambiara la música, sin decir nada, por escucharla conmigo. Su gesto no tuvo igual, y lo qué significó para mí es quizá un poco inexplicable. Lo necesitaba.
Mi experiencia ese año fue un poco inexplicable. Y a veces sigo incrédula de que salí.
En fin, creo que la próxima vez que vea a mis amigas las citaré en otro lado.
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Últimamente siento que nada es real. No sé si es porque quiero que nada sea real o porque estuve dos años completos encerrada en mi casa, sola todo el tiempo. Aunque no es una situación completamente extraña para mí. Es un problema que he tenido desde que recuerdo. Es difícil para mí creer que la vida es real y que estoy aquí, ahora. No sé cómo más explicarlo, pero a veces pienso que quizá morí y todo lo estoy viendo pasar frente a mis ojos, y todo lo que hago es como un dictado y todos mis errores y todos mis logros están predestinados porque ya sucedieron. Y no sé jamás si mi conciencia sobre aquello entonces es nada más que un efecto imaginario sobre el recuerdo de mi vida. Tal vez he visto mucha tele. No creo que sea el caso aquel de que ya morí. Si no probablemente tendrían un poco de sentido las cosas, tal vez me sentiría en paz, de saber qué ya sucedió y ya terminó todo. Tal vez sentiría una calma inigualable, sabiendo que no necesito preocuparme por nada y que solo queda disfrutar la extensa película de mi vida, quizá longeva. Esta falta de calma me deja bastante claro, junto con el dolor que siento, que no estoy muriendo. Necesito un tutorial de como vivir tranquilamente y sin dolor.
Estaba platicando con Rocko sobre un tema parecido a este, acerca de nuestra percepción sobre el tiempo, acerca de la dilatación y el aceleramiento percibido del paso del tiempo. Aparentemente es un caso casi exclusivamente neurodivergente. Solo ciertas personas con una configuración mental específica tienen la capacidad de percibir el tiempo subjetivamente, mientras que la generalidad de las personas con mentes funcionales o "normales" tienen un reloj interno que funciona y por lo tanto son capaces de percibir el tiempo de manera lineal. Es decir que cuando hacen sus actividades cotidianas tienen la capacidad de percibir si ha pasado una hora, o dos, o tres; o cinco minutos o diez. Mientras que el otro tipo de personas, perciben el tiempo a través de una experiencia emocional, y tienen una desconexión con lo sensorial, cómo puede ser el caso de quedarse clavado en una actividad para darse cuenta después de que han pasado seis horas en un momento. O sentir que dos minutos duran una eternidad gracias al tedio de una fila o un momento de tensión emocional. Y esto yo no lo sabía. Yo pensé que todo el mundo percibía el tiempo subjetivamente. Es decir que todos sabíamos que cuando alargan una escena de cinco segundos en una película para que dure dos minutos, lo hacen para demostrar la percepción de los personajes en ese momento, y no nada más por… "efecto dramático". Y que cuando hacen narrativas en desorden temporal o con paradojas de tiempo, lo hacen para darle dinamismo y realismo, o un estilo narrativo, y no para confundir al espectador… pero aparentemente para la mayoría de la gente estas situaciones no son más que tropos narrativos creativos, y no tienen una relación con la realidad. Tal vez sí estoy loca y ya.
lunes, 20 de junio de 2022
latente
Tengo una necesidad latente de cambiar, de esconderme de mi pasado y de ser una persona diferente. No me gusta quien soy si no me encuentro en constante cambio. Y al mismo tiempo soy la misma, nunca cambio solo avanzo, y lo que en mi mente es cambio quizá es transformación. Transmutación, crecimiento. Es lo que puedo ver en mis procesos, en mi pasado. Tengo series y series de imágenes, de canciones de dibujo, pinturas, fotografías. En todas puedo ver mi progreso. Nunca quise ser otra. Quería ser la misma pero no me había encontrado, tal vez aún no me encuentro. Pero en todos lados puedo ver qué no he cambiado, he crecido.
Entropía, pareciera desde mi perspectiva cuando me veo en el espejo, y me veo en el momento. Pero es lo contrario, soy de lo más ordenado que conozco. Tengo búsquedas muy claras sobre la luz y la imagen, sobre los sonidos y los ritmos; las conexiones sinestésicas entre las dos. Y he pasado por un proceso de aprendizaje para entenderme a mí misma.
He estado pensando mucho últimamente que el proceso escolar de estudiar artes es un proceso para despertar. Para encontrar una forma de aprender sobre los procesos de uno mismo. Entras y te abren las entrañas para sacarte las mañas, te quedas sin un gramo de ti por un tiempo, te enteras de la existencia de los otros y la historia, y después de todo eso… con todo el trauma que presenta y contando con que las manos que te desarman a veces te destrozan en el proceso… después te encuentras otra vez. Y en ese momento aprendes a entenderte y a escucharte y a aceptarte; como artista. Ya sabía desde antes de estudiar que no hacía falta que estudiara esta carrera para ser artista, para ser pintora. Ya era, ya sabía qué era. Pero realmente no sabía quién, no sabía cómo, en un sentido sensible, qué conexión tenía lo artístico con lo sensible. No sabía que el mundo del arte era feo, sórdido, misógino y clasista. Elitista. No me lo esperaba. No sabía cómo era el camino que había elegido caminar cuando tenía tres años. Y ahora que lo sé… me arrepiento terriblemente de no haber estudiado música primero. Esto del arte lo traigo desde una vida pasada. Pero ya se acabó, era un lado necesario para encontrarme a mí en esta vida, para descifrar quién soy. Solo ahora que puedo ver mi pasado como prueba física y virtual de mi existencia es que me entiendo. Ya no soy un sentimiento solo y nomás. Soy una persona, soy una presencia existo en esencia, física, virtual y artística. Me he vuelto terriblemente sensible, mi mayor adicción es estudiar, y me temo que jamás dejaré de hacerlo, todavía tengo muchas dudas.
viernes, 17 de junio de 2022
jueves, 9 de junio de 2022
hola de nuevo...
Tal vez espaciar las sesiones de escritura sea mejor para hacer que el trabajo fluya, aunque realmente no sé cuándo es mucho y cuando es suficiente. Todo se siente como si fuera muy poco, hasta que se acumula. Es como lo que le digo a los alumnos de vez en vez cuando están pintando, "aléjate de tu cuadro, míralo un momento" solo deteniéndose un poco, viendo desde lejos es que se pueden dar cuenta de todo el trabajo que han hecho. Ponen su vista en un espacio tan pequeño a veces que no pueden ver el detalle de su obra. Siento que esto aplica a todo. Es una pena que los contagios estén al alza, que hay varios grupos en cuarentena, varios profes en cuarentena. Y al mismo tiempo parece que todos los demás estamos ahí sin más. Les puse los ejercicios para dibujar a los alumnos como los que yo tenía cuando entré a la esmeralda, estuve platicando con ellos y ninguno de sus maestros se los propuso, todos tienen métodos de enseñanza diferentes. Sin embargo pensé, ya que estaba sola con ellos que podía ocupar el tiempo a mi voluntad. Se divirtieron mucho, y creo que aún cuando solo tuvieron una clase de hacerlo vieron un cambio en sus formas de ver. Me extraña que no les hubieran dado ejercicios tan básicos como dibujar contornos, observar sombra, dibujar sin despegar el lápiz del papel; todo a cronómetro… todos esos. Sobre todo después de verlos en acción sosteniendo el pincel sobre el mismo punto por más de un minuto, y todavía manteniendo algunos malos hábitos que les impiden ver un avance en sus desarrollos. Me gustó verles tan alegres, no les fue nada difícil. Tal vez sean detalles muy pequeños pero me alegran bastante. Espero que tengan el tiempo en la escuela que yo no tuve.
Últimamente necesito alejarme de todo un momento para ver bien todo lo que he hecho. Estoy lista para dejar de estudiar artes.
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Me duelen los oídos, probablemente es estrés. Estoy teniendo una de esas semanas donde no puedo ni sentarme a ver una serie en Netflix, y ya no quiero ver nada en instagram porque no quiero toparme con más spoilers de Stranger Things. He notado que descanso por horas a la vez, quizá dos o tres, y no puedo dejar de pensar en todo el trabajo que tengo que hacer, en lo mucho que siento que me falta, que no he hecho nada. Que debería estar trabajando y siento que debería estar trabajando todo el tiempo. Siento que arrastró los pies y apenas junto suficiente a la semana para llamarle productiva. Solo quiero sentarme a ver la tele, quiero jugar los mismos videojuegos de siempre y no pensar en nada. Pero a veces me alejo y puedo ver mis veintitantas cuartillas de texto sin formato, mis fanzines. Mi trabajo. Trabajo mucho.
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Si me da covid no sé que voy a hacer.
Esta semana y la pasada han sido muy pesadas para mí, pero por fin tuve la energía suficiente para hacer una gran porción de lo que tenía pendiente. Hice una serie de cuatro mini fanzines, formato de una cara impresa, con versiones en blanco y negro, a color, tamaño carta y tamaño oficio. Listas para imprimirse en Riso o en inyección de tinta, no he tenido chance de hablar directamente con Ulises sobre el progreso de trabajo en la clase pero confío en que los vio en el drive. Las re-ilustraciones de mi cuento serán un proyecto para otro momento. Pero estoy contenta de haber hecho algo de buen trabajo por ahora. Como una nota sin ninguna relación a este tema, el departamento de arriba del mío es un Airbnb, y los ocupantes que están de visita tienen un niño chiquito, tal vez de entre cuatro y cinco años, y no deja de correr de un lado al otro del cuarto arriba del mío. Me está volviendo loca, no me puedo poner audífonos porque me duelen los oídos y no me deja concentrarme. No es que quiera pedirles que lo detengan tampoco, por más que no soy fan de los niños, los niños tienen derechos y creo que jugar es uno. Tal vez solo necesito tomarme un antiinflamatorio y relajarme. Regresando al tema de los fanzines, hice cuatro diferentes con el material que estado viendo mucho y haciendo. El primero tiene cuatro dibujos en spread de doble página, de figuras y fluidos metálicos, el segundo tiene ocho moodboards que hice con imágenes de Pinterest cuando estaba buscando imágenes para convertir en stickers. (El niño se cayó y está llorando, espero que le compren un helado). El tercer fanzine tiene algunas de las fotos que he estado tomando en un layout con algunos modos de mezcla de capas divertidos. El cuarto fanzine tiene cuatro imágenes de mi producción de gráfica digital que hice escaneando y moviendo algunos objetos en mi escáner. Alternadas con frases del libro de Twilight. Les puse nombre cuando tenía tres fanzines hechos y decidí ir por una solución segura y cliché, algo que pudiera disfrutar. Les puse nombres de dioses griegos. Entonces el fanzine con los dibujos quedó llamado Aether, el de los stickers Demeter, el de las fotos Fantaso y el de Twilight Eros. Cuando estaba haciendo el de Eros estuve haciendo algunas pruebas de distorsión de las letras con el escáner, entonces imprimí las frases en una hoja y estuve jugando con ellas un rato. No me gustó cómo quedó ninguno de los escaneos pero pegué la hoja con las frases en mi espacio de post-its. Twilight es un libro muy cliché, creo que inició el boom de los vampiros y los hombres lobos sexys en los años dosmiles. Una maravilla en mi opinión, la post ironía que presentan las películas y los libros mismos es comparable a un meme de nueve horas de duración. De verdad es un icono de la cultura popular de la época. El fanzine tiene dos de las frases más icónicas de la saga, primero "I was unconditionally and irrevocably in love with him." (Stephanie Meyer, 2005) o en español "Estaba incondicional e irrevocablemente enaborsda de él". que dice Bella hablando de Edward, y la otra "Don't be self conscious, if I could dream at all, it would be about you." (Stephanie Meyer, 2005) o en español "No lo pienses demasiado, si yo pudiera soñar, soñaría contigo". que le dice Edward a Bella después de que la despierta sin querer al verla dormir. Sí, cité Twilight. Este es el tipo de texto que estoy escribiendo. En el fanzine están en inglés, son más icónicas en inglés. Tengo que recordar acomodar el texto donde hablé de Danny Cassale para citar el diálogo completo del vídeo de I'm a potato. (En formato Chicago). Estoy segura que esté escrito, texto, libro o lo que sea que sea esto, va a verse bastante diferente una vez que pueda sentarme a editarlo y darle formato. Por ahora solo es un manuscrito. Sigo increíblemente sorprendida de ver qué verdaderamente tengo tanto que decir.
Tenía la intención de imprimir en la cara de atrás de la hoja de los fanzines una cuarta parte del mapa de mi juego, pero no sé qué tan factible sea construir una versión más completa del mapa. Tal vez puedo usar la magia de la edición digital para generar una imagen interesante con lo que tengo.
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Después de la labor editorial estuve escribiendo sobre mis proyectos, ya tenía retrasado escribir mi protocolo y a parte voy a meter un proyecto a fonca… veremos qué sucede con eso eventualmente. Tal vez es de lo más aburrido que he hecho en todo el semestre. Es bueno tenerlo hecho, solo necesita un par de correcciones y probablemente estará listo. Para el fonca escribí un proyecto de audio, de composición musical. He estado muy peleada con la clase de foto, no me siento nada cómoda, siento que todo ocurre de manera muy forzada, estoy segura de que solo es mi percepción y quizá sólo mi experiencia es así de áspera. Todas estamos aplicando a la convocatoria como ejercicio de la clase, para participar en concursos. Para este punto de mi producción no tengo muy claro cómo deben ocurrir las cosas o cómo explicarlas de una manera atractiva y breve. Solo sé que necesito continuar. No quiero hacer nada fuera de mi línea de producción en este momento y no sé cómo explicárselo al fonca. Al final resultó mucho más sencillo entrar a música, donde puedo solo decir que voy a componer música y ya. Es lo suficientemente nicho para la educación visual como para escaparme con ello. En un buen sentido. Siento que es más fácil explicar los procesos sonoros que los visuales. Al menos me quita un peso de encima porque cuando se trata de lo visual parece que tenemos demasiado que explicar y justificar. En la música no pasa eso. Sí existe la crítica pero de alguna forma es más fácil hacer las cosas por tu voluntad y ya (porque yo no estudié música).





































