dos sueños

Hoy tuve dos sueños, que para variar me hicieron sentir algo. Siempre sueño, cada que duermo, a veces cierro los ojos y en un instante me encuentro en otro lugar. Hoy soñé con dos personas que son muy importantes para mí. En el primer sueño estaba con mi mejor amigo, en el segundo con una persona a quien considero mi primer mentor verdadero. En el primer sueño estaba entrenando, yo he practicado kickboxing, es un arte marcial muy divertido, en el sueño mi amigo le hacía de entrenador. No sé para qué estaba entrenando pero parecía importante. Estábamos en un lugar verde, parecía como una jaula de lavado enorme, como una terraza con dos pisos. Tenía un ambiente muy acogedor, las paredes y el techo estaban cubiertos de enredaderas y flores. De alguna forma se parecía a la cafetería de mi prepa, pero más grande, más bonita y más fresca. El techo también tenía lámina traslúcida que no dejaba ver el cielo pero sí dejaba pasar la luz. Con tantas plantas parecía que la habitación, la cuál recalco, era enorme, estaba iluminada sutilmente, el sol entraba por las rendijas y los espacios entre las hojas y las ramas. Había varias personas más ahí, todas estaban haciendo sus propias actividades, y a pesar de eso se sentía bastante silencioso. Tal vez sí era una interpretación romántica de la cafetería de mi prepa, una versión de lo que representaba y no de lo que era. En el segundo sueño, el sueño con el mentor; él era un maestro que tuve en varios cursos que he tomado extraescolares, de matemáticas, y él es el primer maestro que he tenido que es menos de diez años mayor que yo. Lo conocí cuando yo tenía catorce años. Lo primero que me dijo fue que le parecía mucho a un personaje de un libro. Nadie me había dicho que me parecía a un personaje de un libro, y hasta hoy en día nadie me lo ha vuelto a decir. Me sigue pareciendo un comentario altamente interesante, un personaje de un libro a quien tienes que conocer a través de descripciones y más que nada sabes cómo se comporta y qué es lo que hace. Es una idea tan divertida que superó por miles de kilómetros a todas las veces que me han dicho que parezco un personaje de caricaturas o de videojuegos. Fue un comentario muy bizarro, y tal vez un poquito enaltecedor para mi ego. Desde que lo conocí sentí una especie de rivalidad o de reto en él como persona, de alguna forma encontraba una necesidad de ser al menos tan interesante como él. No tomó mucho tiempo para que esa rivalidad se desvaneciera, y conforme pasó el tiempo he llegado a tenerle un gran aprecio, por verme como persona y por no sólo poner números en el pizarrón. En el sueño lo había buscado porque necesitaba ayuda para estudiar, no irónicamente es una de las pocas personas que han conseguido llevar conocimiento a quedarse dentro de mi mente.