Entre todos los lugares de extrañeza que me rodean últimamente aún encuentro comodidad. Normalmente en alguna actividad repetitiva, en la comida, en las noches, en el sonido de los aviones, en algunas canciones. Estaba platicando con Abel, también el otro día, sobre los videojuegos que juego, como son aquellos juegos que repito, por qué los repito, qué los vuelve una parte imprescindible de mi lista de referencias. Me hacen sentir cómoda. Creo que en esos juegos, y en los cuales iré ahondando poco a poco para cada uno, encuentro un poco de paz. La repetición, la música, los colores y las historias. Son juegos que como un denominador común desbordan personalidad sin ser terriblemente complejos o presumidos. Hay un animador y músico, y le llamaré artista porque es un exponente cultural muy importante para mi generación, que se llama Danny Cassale. Él tiene un extensísimo carrete de videos con textos y canciones donde él se expresa. Hay un vídeo en particular que figura mucho para mí dentro de este tema de la comodidad y la calma que encuentro en los juegos que juego repetidamente. Este vídeo se llama "I'm a potato" y en una parte al final de su texto donde afirma "... Y espero que puedas encontrar un poco de paz y comodidad en el hecho de que soy una papa, y jamás dejaré de ser una papa." Naturalmente muchos de los vídeos y textos de Danny Cassale o "coolmancoffeedan" caen dentro de una abstracción absurda que es solo característica de mi generación específicamente en internet. De hecho si hay alguna cosa buena que dejó mi ex en mi vida, y una de solo dos cosas, es un vídeo de Danny Cassale, la otra es una banda que a él no le gustaba pero me la presentó y ahora es una de mis favoritas. He pensado mucho en ese vídeo desde el otro día. Soy una papa. Y por qué el hecho de ver un dibujo estilo neo-naive de una papa asegurándome que es una papa me trae realmente dicha tranquilidad. Y que de hecho, con los últimos eventos históricos recientes, ese mismo video no podría haber resultado más relevante. Además me lo sé de memoria. Creo que eso tiene algo que ver con la comodidad que me brindan mis juegos. Yo sé que va a pasar en ellos porque los he jugado tantas veces que me los sé de memoria. Y me pasa lo mismo con hora de aventura e isla del drama y todas mis caricaturas. Aunque, queda mencionar que la primera vez que me encontré con cada uno de mis juegos, claro, me tomaron por sorpresa. Creo que primero que cualquier otro debería hablar de Undertale y mi latente obsesión con el mismo, ¿por qué me trae tanta paz? Undertale es un videojuego del tipo juego de rol de dos mil quince, escrito y hecho por Toby Fox. En Undertale la premisa es que tal vez no necesitas matar a los monstruos, que, tal vez puedes hablar con ellos, puedes llegar a quererlos y envolverte en sus historias porque... Esos monstruos presentan más humanidad que cualquier ser humano. Más que tú. Visualmente es un juego que aparenta muy poco, es muy sencillo, tiene colores planos, mapas y sprites hechos en pixelart, es casi puro texto; y aún así es muy envolvente y atmosférico, tiene una musicalización excepcional y se convirtió en una pieza icónica culturalmente. La idea de que puedes ser amigo de los monstruos pero al mismo tiempo tienes la libertad de jugarlo como cualquier otro juego de rol, ganar experiencia y terminar el juego... Pero en este caso guarda mil secretos y es incluso necesario jugarlo varias veces para exprimirle todo el jugo. Además de que trata con algunas temáticas oscuras, te hace reflexionar sobre tus propias decisiones y te presenta todos estos temas en una visualidad tan simple que si no lo fuera, quizá sería aterrador. La muerte no es el final, la violencia no es la respuesta. A menos que así lo desees, claro. Pero todo tiene consecuencias y el juego te lo deja claro. Aquí estoy recopilando mis reflexiones en corto pero realmente he pasado tanto tiempo pensando en este juego desde que lo jugué que no sé qué sería de mí si no lo hubiera jugado. Me pasa lo mismo con casi todos los juegos en los que recaigo. Me construyen.
Tal vez suene un poco exagerado pero, Undertale me salvó la vida. Esa posibilidad de envolverme en el romance de su historia y perderme en su universo, tal vez me regaló la oportunidad de quedarme en este. El trabajo de Toby Fox desde entonces es una gran, gran inspiración para mí. Undertale y su no-secuela Deltarune, se desbordan de personalidad y me iluminan con un poco de gracia desde la pantalla, me aseguran que mis problemas tienen solución y me toman de ambas manos para que siga caminando. Me hacen reír de mi propia oscuridad y me consuelan, me hacen sentir que no estoy sola. De alguna forma me evitó juntar mis trece razones, y lo agradezco. Quizá Undertale es uno de los más importantes dentro de mi lista de juegos referentes por esto, y en si por mi relación personal para con el juego mismo y sus personajes y su historia.
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Estoy empezando a pensar que esto de la crónica solamente es una especie de diario para escribir mis reflexiones generales sin censurarme tanto y no sé si eso es bueno o malo, pero cabe seguir escribiendo. A la hora de convertirlo a páginas en word, hasta siento que no escribo tanto como en las notas de mi teléfono. No sé si mis reflexiones son chiquitas, no sé si tienen sentido, o si tendrían sentido para nadie más que para mí. No sé si necesitan tenerlo. De alguna u otra forma este no es el famoso ensayo monográfico de octavo en la esmeralda. Siempre he pensado que escribo mucho para un tweet y muy poco para un libro de verdad. Quería decir que esta crónica está en proceso de ser mi libro de ensayos, aunque este escrito no tiene nada de académico, como lo de Diane en Bojack Horseman, pero en estos momentos dejo de saber qué es un ensayo, y si cualquier cosa que escribo desde mi forma genuina de pensar realmente cuenta como uno; según mis búsquedas en Google, no, no encaja, no cuenta y no está bien hecho porque no estoy defendiendo mis opiniones sobre un tema con una definida demostración de destreza literaria y un amplio abanico de léxico. Esto es una presentación de mis reflexiones, opiniones y observaciones personales, desde mi punto de vista libre siendo yo misma. Estoy cansada, y decir cansada es poco, de jugar a ser tanto el científico de National Geographic, como el león; oh, elusiva bestia, sujeto de observación. El extraño artista. Eso de escribir en tercera persona todo, me hace sentir tan enajenada y distante que me quita las ganas de escribir, además de que me hace sentir como que no puedo realmente decir lo que pienso porque a la mejor no es coherente ni profesional. Y mi punto entero en escribir de esta forma más coloquial y natural, es exactamente que no es necesario escribir como si fuera un hombre blanco europeo traducido por un equipo de españoles en los cincuentas para exponer mis reflexiones o para tener puntos en sí. Quiero catalogarme dentro de algo, algo en serio, solamente no sé dentro de qué. Es muy frustrante encontrar topes con tantos lineamientos que carecen de un sentido real más que el de darle uniformidad a los escritos, decir si valen o no valen, y volverlos inaccesibles para una persona que no está acostumbrada a leer escritos académicos. Y regreso, el otro día en la bienal de foto les estuve traduciendo las fichas técnicas a los chavos porque estaban escritas de una forma tan presuntuosa que no había forma de entenderlas, a menos que te la vivas estudiando… tampoco me quiero delatar tanto. No sé que es este escrito. Creo que solamente quiero avisarle a todo el mundo que existo, que soy un ser humano y que tengo un corazoncito en mi pecho, porque mi cabeza no figura mucho aquí. Figurará en todo eso de las matemáticas y la programación. Y ya después también hablaré un poco más de eso.